Buenos Aires, 13 de marzo de 2006.
N.Ref: 397/164/Pte./06
Señor
Dr. Néstor Carlos Kirchner
Presidencia de la Nación Argentina
Me dirijo a usted nuevamente debido a una reunión que hemos mantenido con el Sr. Ministro de Trabajo, en la cual ha dejado traslucir algunos malos entendidos, puntos, que querría dejar aclarados, por escrito y firmado.
Lamentablemente se está llegando a la situación que le había preanunciado en mi carta enviada el 5 de julio de 2005. El conflicto que mantenemos con Aerolíneas Argentinas S.A. está siendo tomado como un conflicto político, y estamos siendo utilizados como un elemento para presionar al gobierno, cosa que nunca buscamos o deseamos en absoluto.
Pese a lo dicho anteriormente, la empresa ha logrado la promesa de parte del gobierno nacional no sólo de otorgar un aumento en las bandas tarifarias, sino que además ha conseguido promesas respecto a la exención del IVA, la subvención de combustibles, y la posibilidad de subsidios para las rutas no rentables; todo esto confirmado ante el grupo negociador por el Sr. Díaz Ferrán en las oficinas de ARSA.
Como corolario de esto, la empresa ha logrado llevarnos a un callejón, del cual día tras día es más difícil salir, con el argumento que lo único que queremos es su salida de la gestión de ARSA. Debo rechazar enfáticamente estas imputaciones; esto no es así. Nosotros, como Asociación Profesional, no podemos elegir quienes son nuestros patrones. Sería absurdo, incoherente, y por sobre todo, algo que no corresponde. Esto, como Presidente de APLA lo tengo totalmente claro.
Aclarar lo anterior y lo que a continuación sigue, es no permitir que se mezclen los objetivos e intenciones de nuestros reclamos. Cuando se dijo a los medios de comunicación que el aumento ofrecido por la empresa no era aceptado, lamentablemente, algunas opiniones tendenciosas han hecho llegar al gobierno que nuestras aspiraciones eran distintas a las enunciadas originalmente. Le doy como ejemplo que dentro de las condiciones planteadas por la empresa en el último borrador de Acta Acuerdo presentado a APLA había puntos que homologaban cosas ilegales que violan nuestro Convenio Colectivo de Trabajo, como así también disminuyen nuestra fuente de trabajo y, sin querer ser redundante, cambian en las condiciones de trabajo para pilotos mayores a los 60 años, entre otras. Todas estas condiciones impuestas por la empresa, para que firmáramos algo a cambio de un aumento insuficiente, aumento que no era siquiera salarial ya que el monto ofrecido era “en negro” (no remunerativo).
Tengo que dejarle en claro que el 95% de las promesas hechas por los directivos de Marsans dentro del ámbito del Ministerio de Trabajo no las han cumplido. Tenemos un Acta Acuerdo firmada hasta por el propio Ministro ara que la empresa nos pague 6 millones de pesos más 1, o sea, 7 en total, a repartirse en la masa salarial del 2005 (condición única para levantar el paro de fecha 8 de julio de 2005) que nunca fue cumplida. Este Acta, es una de las más de 180 Actas firmadas con la empresa en el Ministerio de Trabajo, de las que no se llega a cumplir con un 5% de lo acordado en orden de llegar a una solución al conflicto en cuestión. Todo esto, independientemente del no cumplimiento de la legislación vigente, lo cual parece ser materia de negociación para estos señores del Grupo Marsans ya que determinaron que cumplirían con ella siempre y cuando firmáramos el acuerdo impuesto por ellos mismos. Si adicionalmente a esto, agregamos la violencia laboral constante, la persecución sindical, la persecución en los simuladores de vuelo, como así las “amenazas” a distancia a los pilotos (como la ocurrida la semana pasada en la Ciudad de México que terminó con la internación de un Comandante por un colapso nervioso), estamos frente a una situación que afecta seriamente la seguridad de vuelo, hecho que hemos denunciado en todos los ámbitos competentes del gobierno nacional. Como corolario de todos estos episodios, días antes de la medida tomada “como para calmar los ánimos de mis asociados”, la empresa decidió no subir más comidas para los tripulantes, sumando un nuevo elemento de irritación que afecta la seguridad. Tan solo imagínese a un piloto que tiene jornada laboral de 12 horas, ¿Cómo puede estar en condiciones de cumplir su función –“simplemente la de volar”- sin alimentación?
No quiero tomarle más de su tiempo, porque se y comprendo su enojo tras ciertas versiones que ha recibido. Lo único que quiero que sepa, y que quiero dejar en claro, es que tanto la Comisión Directiva, como así también los asociados de APLA, no estamos en busca de algo oscuro y/o de ventajas individuales y/o de grupo. “Aunque parezca irrisorio”, queremos que se cumpla con la ley, queremos que se cumpla con los mínimos de seguridad, queremos continuar siendo una de las líneas aéreas más seguras del mundo. Usted sabe bien que el que calla otorga; yo no sólo lo digo, sino que también lo escribo, lo firmo, y a su vez lo denuncio, denuncias que tiene a su disposición cuando lo disponga.
Agradezco vuestro tiempo, espero que esto le aclare más el cuadro de situación, que es lo que realmente queremos.
Lo saludo con el mayor de los respetos.
JORGE PÉREZ TAMAYO
Presidente