El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 4, que juzga las responsabilidades en el accidente de LAPA de 1999, ordenó ayer que se remuevan en forma urgente y definitiva los obstáculos aledaños al aeroparque Jorge Newbery -casilla de gas, muro perimetral no colapsable, montículo de tierra- que implican un factor de riesgo para la seguridad de las operaciones aéreas. Mientras tanto, se deberán adoptar las medidas (…) para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas, incluido, de ser necesario, el cese provisional de las mismas. En criollo, cerrar el Aeroparque.
Esos obstáculos son los mismos que se encontró el Boeing 737 cuando intentó despegar el 31 de agosto de 1999 hacia Córdoba, a pesar de que las alarmas del avión le indicaban a la tripulación que abortara el despegue. Como no lo hicieron, el avión arrolló el alambrado, cruzó la Costanera, se topó con la casilla de gas de Punta Carrasco, y chocó con un montículo de tierra. Murieron 65 personas. Todo sigue en el mismo lugar.
La orden de limpieza la recibió Mauricio Macri como jefe de Gobierno porteño, el Ministerio de Planificación Federal y otras áreas del Estado nacional, y las empresas Metrogas y Aeropuertos Argentina 2000. Con el impulso de los fiscales Carlos Rívolo y Guillermo Friele, se sorteará hoy quién es el juez que investigará si hubo delito en la reconstrucción de esos obstáculos. En el debate, las pericias de Alejandro Juan Lopez Camelo y Hernán Nuñez y una nota de APLA, entre otros documentos, indican que crean un peligro que afectan la seguridad de las operaciones.
Link a la nota: http://www.clarin.com/diario/2009/01/09/sociedad/s-01836049.htm
