Según informaciones de la Prensa italiana, la policía, que investiga a la quebrada italiana Volare, detuvo a seis de sus directivos (tres retenidos y los otros bajo arresto domiciliario), acusándoles de desviar fondos a una nueva aerolínea. La compañía dejó de operar justo antes de Navidades, colapsada por importantes pérdidas, dejando a miles de pasajeros en el suelo. Los cargos son por contabilidad falsa, quiebra fraudulenta y bancarrota en relación con la salida de fondos. El agujero se cifra en unos 500 millones de dólares, según la Policía Financiera, que habrían sido desviados a la nueva aerolínea charter MyAir.com, que utiliza ejecutivos, personal, medios y estructuras de la desaparecida. Los detenidos son el fundador y presidente, Gino Zoccai; el consejero Giuliano Martinelli; y el máximo responsable ejecutivo, Vincenzo Soddu. Otro medio centenar de personas está siendo investigado. El anterior presidente, Mauro Gámbaro, que recientemente abandonó el mismo puesto en la entidad financiera Interbanca, es uno de los arrestados en su casa. El hombre de negocios argentino Eduardo Eurnekian, el accionista principal de una extraña última etapa, está también investigado y su abogado afirmó que “es víctima de actos ¡legales de terceras partes”. Un grupo de directores dejaron la empresa a principios del 2004 y los nuevos gestores encargaron a la firma de auditoría KPMG examinar las cuentas. El actual máximo responsable ejecutivo, Cosimo Giulio De Metrio, asegura que tiene un plan para obtener dinero y reiniciar vuelos de Milán al Sur de Italia, mientras está bajo administración extraordinaria para proteger a los acreedores.
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