El actual vicepresidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, Pablo Biró, ganó las elecciones y asumirá la titularidad del gremio en junio de 2013, hasta 2016. En conversación con Rèport En Línea, el dirigente dio su visión de la actualidad sindical, habló de Aerolíneas Argentinas y contó sus diferencias con el presidente saliente, Jorge Pérez Tamayo

“El cambio de autoridades está previsto para el 11 de junio del año próximo, si no sucede nada antes”, aclara Pablo Biró antes de comenzar la entrevista. El gremialista electo para ocupar el cargo de presidente de APLA tendrá que esperar casi seis meses para tomar el timón que ostenta Jorge Pérez Tamayo, su excompañero de fórmula hoy distanciado por su postura frente al Gobierno de CFK.

“En cuanto a lo sindical, nosotros mantendremos la línea que tuvimos siempre: vamos a defender la profesión y la fuente laboral”, dice el dirigente para luego explicar que en cuanto a los lineamientos políticos se generó una confusión: “Hemos permitido que se confunda la visión crítica con una postura opositora, que es bien lejana a nuestra voluntad. Nosotros no vamos a ser opositores del Gobierno que reestatizó Aerolíneas, que evitó que penetren las políticas de cielos abiertos pese a las presiones internacionales que hay, que evitó la libre migración de matrícula, que defendió la mano de obra nacional. No vamos a confundir la lucha gremial, desde una postura crítica, pero siempre manteniendo una línea de conducta”.

La postura política tomada por ambos dirigentes resquebrajó la cúpula de APLA, que hasta entonces se mantenía con solidez. En efecto, así se diferencia Biró: “Nosotros peleamos para que se incorporen aeronaves, que se hagan los centros de instrucciones propios, por simuladores, es decir queremos que la compañía funcione mejor y si eso sucede lo vamos a apoyar. Lo nuestro no es la crítica por la crítica misma”.

Dos episodios puntuales marcaron a fuego su relación con Pérez Tamayo: “Una semana después que falleció Néstor (Kirchner) en forma inconsulta armó un paro general por un evento puntual por un piloto, y rompió un montón de puentes de forma innecesaria. Lo hizo en forma individual y sin consenso, y condenó a los pilotos a una postura que no era orgánica”, comenta a la distancia.

El otro punto de divergencia interno hace referencia a una confusa situación: “Él intentó realizar un pago muy importante por adelantado con una prestadora privada, por un período de 15 meses, por un monto de 35 millones de pesos. Y eso nos pareció muy imprudente y arriesgado, entonces se trató en el consejo directivo y fue rechazado por la mayoría. A partir de ahí mutó y empezó con una campaña de descrédito contra el grupo que yo integro y nos acusó de ser propatronales, de ser integrantes de La Cámpora, de ser kirchneristas ciegos. Pero con eso no puede desconocer lo que este Gobierno hizo, nosotros no somos kirchneristas fanáticos, tenemos una postura muy crítica”.

Ni kirchneristas ni moyanistas

En cuanto a la relación con el CEO de AR, Mariano Recalde, dijo que fue de altibajos. “Si hay algo no está bien, por supuesto, se puede recomponer. Tras ganar las elecciones en APLA, nuestra intención es tender puentes para la recomposición. Siempre hay temas de discusión sobre la mesa, pero tenemos que buscar la forma de discutirlo así como fórmulas de consenso para que AR pueda mantenerse como se encuentra hoy, algo que se produjo con la intervención de Cristina (Fernández de Kirchner). Justamente, nosotros dijimos en su momento lo que entendíamos que atentaba contra la operatividad de la compañía, como la sobreventa de pasajes; y por su parte, Mariano (Recalde) se quejaba de una actividad sindical ultracombativa. Entonces, cuando intervino la presidenta, nosotros entendimos el mensaje y de parte de la gerencia también hubo una reacción, porque empezaron a normalizar la venta y los horarios.En general la intervención de Cristina cambió radicalmente la compañía. Más allá de los resultados económicos, es indudable que AR mejoró el servicio, las frecuencias, la cantidad de horas de vuelo, la capacitación de pilotos. En la actualidad hay un escenario para que AR crezca a un nivel que no tuvo en los últimos 50 años”.

Por otra parte, consultado sobre los meses por venir, frente a las diferencias con Pérez Tamayo, toma distancia y dispara: “Él cree que esto es un régimen monárquico, pero no, la comisión directiva es un órgano horizontal, un cuerpo colegiado que toma las decisiones según su alcance, por consenso o unanimidad. Igualmente, él prácticamente no está participando de las reuniones”.

Frente al complejo panorama sindicalismo nacional, el presidente electo de APLA da su visión: “El que integra el consejo directivo de la CGT es Pérez Tamayo, y nosotros prácticamente no tenemos diálogo con él, entonces está tomando algunas decisiones que son inconsultas. Nosotros, desde lo sindical no tenemos nada que reprocharle a (Hugo) Moyano, y desde lo político hay un debate que no se dio porque no tuvimos oportunidades. Por ejemplo, yo no comparto participar en marchas al lado de gente que atentó directamente contra la comunidad de pilotos, con quienes se opusieron a la reestatización y querían disolverla. Nosotros más que al kirchnerismo o al moyanismo, respondemos a la comunidad de pilotos. Hoy Aerolíneas Argentinas es un campo de batalla de debate político, con algunos que pretenden denostar a la compañía diciendo que es ineficiente, cuando lo que tendrían hacer es un análisis de todos los beneficios que trae esta línea aérea de bandera a todas las provincias, a todo el país”, concluyó.
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