10 Mil Pies – El fin de la Revolución de los Aviones
El final del gobierno de Mauricio Macri marca también el fin de la Revolución de los Aviones. La política aerocomercial ideada por Gustavo Lopetegui y ejecutada por Guillermo Dietrich deja un saldo (a esta altura) inocultable: empresas con números rojos que no pagan salarios desde hace meses, precarización laboral, una autoridad de control que no controla y que actúa sistemáticamente contra los intereses de los trabajadores, limitaciones en cuanto a infraestructura que siguen sin resolverse, y un sistema quebrado por donde se lo mire.
Es importante tener real dimensión de lo que sucedió en estos años y no caer en la ingenuidad de creer que esto es el resultado de errores de gestión. Acá no hubo mala praxis, no hubo equivocaciones. La profunda crisis que vivimos es la consecuencia de una acción deliberada de desregular y extranjerizar la aviación en Argentina en beneficio de determinados grupos empresarios.
En vez de fomentar un crecimiento sostenido de la actividad, otorgaron centenares de rutas internas sin ningún tipo de planificación estratégica a compañías con dudosa capacidad económico-financiera y técnico-operativa, facilitaron el dumping eliminando las bandas tarifarias, firmaron decenas de acuerdos bilaterales con otros Estados sin exigir ningún tipo de reciprocidad, achicaron gravemente el área internacional de la línea aérea de bandera, y dejaron a las empresas nacionales a merced de los vaivenes del país.
En forma paralela atacaron como nunca a los sindicatos aeronáuticos. Permitieron que los nuevos jugadores pudieran operar sin firmar CCTs, quisieron entregar nuestro trabajo a pilotos con licencias extranjeras, crearon sindicatos amarillos otorgándoles personería en tiempo record, buscaron estigmatizarnos sistemáticamente, y nos persiguieron mediática y judicialmente por reclamar nuestros derechos. En estos cuatro años usaron todos los resortes del Estado para hacernos callar. Sin embargo, nunca lo lograron. Por el contrario, ante cada agresión respondimos luchando con más fuerza y estando más unidos.
La Revolución de los Aviones se va extinguiendo y comenzamos a tomar plena dimensión del daño que hicieron. Atrás quedaron los tiempos en que Dietrich se sacaba selfies con aviones “nuevos”. Ahora, cuando estos mismos aviones y las empresas que promocionaba se van del país, ni siquiera es capaz de dar la cara. En el medio, quedan cientos de trabajadores que apostaron a diferentes proyectos y que hoy tienen su presente comprometido y ven su futuro seriamente amenazado.
Revertir el legado de esta política aerocomercial será un desafío mayúsculo para todos y no podemos permitirnos bajar los brazos. Hoy, tenemos que seguir trabajando como lo hemos hecho siempre por las fuentes y condiciones laborales de cada piloto argentino en pos de construir una aviación que se desarrolle como genuina herramienta estratégica al servicio de nuestro país.