Estimados compañeros:

Hace ya unos años, iniciamos una campaña de esclarecimiento por el lobby de las multinacionales que pedían una fuerte liberalización de la política aerocomercial en el país.

En este marco, hemos planteado nuestra posición institucional a las autoridades del Gobierno Nacional explicando los riesgos y las consecuencias directas que implicaría ceder a la presión de las grandes transportadoras extranjeras.

Lejos de las promesas de los funcionarios oficiales respecto a la generación de empleo, el cambio en la política aerocomercial comenzó con el cierre temporal de SOL que facilitó el despido de la totalidad de sus trabajadores. Tan solo unos meses más tarde, se le permitió reanudar las operaciones con el mismo Certificado de Explotador, pero ya con condiciones precarizadas y sin reincorporar a su personal.

A lo largo de los innumerables contactos públicos y privados mantenidos en este tiempo buscaron silenciar cualquier reclamo.

  • Nos hablaron una y otra vez de que buscarían traer empresas serias para volar en el país generando trabajo argentino.
  • Nos dijeron que llamarían a audiencias públicas, antes de que ingrese cualquier compañía, donde podríamos plantear nuestras objeciones y que nuestra voz sería tenida en cuenta.
  • Nos prometieron que estos nuevos actores iban a tener reglas de juego claras y acuerdos convencionales tal como los tienen el resto de las líneas aéreas que operan hoy en nuestros cielos.
  • Nos aseguraron que existiría completa transparencia en los procesos de otorgamiento de rutas.

Sin embargo, todo lo anunciado por el Gobierno terminó contrastando con las medidas adoptadas. Los hechos marcan una clara realidad que es diametralmente opuesta a la que nos intentan hacer creer.

Entrada de nuevas empresas al mercado aerocomercial argentino

Hasta el momento no solo no ha comenzado a operar regularmente ninguna compañía nueva, sino que se ha tendido a favorecer el ingreso de las multinacionales al cabotaje argentino, que sin estar constituidas en el país se les permite sacar pasajeros desde el interior directo hacia sus hubs de distribución regionales como Panamá, Lima, Santiago, Bogotá o San Pablo, llevando adelante una liberalización de hecho que no crea trabajo para pilotos en Argentina y que, muy por el contrario, terminará irremediablemente destruyendo nuestras fuentes laborales.

Convenios Colectivos de Trabajo

Entendiendo la falta de experiencia de las autoridades gubernamentales en la materia, les dejamos en claro que los Convenios Colectivos de Trabajo aeronáuticos no solo marcan nuestra calidad de vida sino que también contemplan tiempos mínimos de descanso y máximos de servicio, las pautas de entrenamiento requerido e imponen estándares profesionales elevados, garantizando de este modo la seguridad tanto de las tripulaciones como de los usuarios.
A la fecha, ninguna compañía que haya manifestado su intención de radicarse en el país ha firmado acuerdos convencionales con APLA. Mientras algunas persisten en buscar formas precarizadas de acordar condiciones laborales, otras ni siquiera han tomado contacto con nosotros.

Seguridad Aérea

Ya en la audiencia pasada nos referirnos, entre otras, a las carencias en infraestructura, a servicios de extinción de incendios no adecuados, a radares no confiables y a cuestiones aeroportuarias que limitan las operaciones. Hasta el momento los avances en estos asuntos, si bien se venden como grandes logros, no son más que grandes titulares en los diarios.
Si todas las empresas que solicitaron en diciembre y solicitan ahora rutas pretendieran comenzar sus operaciones ya no habría forma fáctica de que esto suceda.
Duplicar la cantidad de pasajeros transportados como pretenden hacer requiere necesariamente de grandes inversiones para permitir en todo caso un crecimiento escalonado y paulatino del sistema. Si ese crecimiento pretende darse de forma acelerada y sin los análisis necesarios, lejos de duplicar el mercado solo creará el colapso del mismo, con la consecuente afectación de la seguridad.
En aviación los errores se pagan con pérdidas de vidas humanas. No podemos permitirnos equivocaciones. Lamentablemente tenemos el ejemplo reciente de la aeronave Mitsubishi LV- MCV que habiéndose perdido dentro del TMA Baires, tardaron 26 días en encontrarlo. Qué pensar entonces si un hecho de similares características se produjera en zonas más relegadas del país.

El rol de la ANAC como partícipe necesario

Incansablemente hemos remarcado la falta de control que ejerce la autoridad de aplicación y la necesidad de que la ANAC tenga un papel activo haciendo cumplir la normativa vigente.
En vez de corregir este rumbo, la ANAC desestima sin más nuestras denuncias y hace caso omiso a las recomendaciones de seguridad para aeronaves oficiales elaborado por la propia Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil, viéndonos en la obligación de judicializar éstos y otros asuntos.
A su vez, se sigue sin tomar ningún tipo de acción para corregir el déficit de dotaciones en la plantilla de Inspectores gubernamentales, lo que imposibilita que se realicen gran parte de las inspecciones obligatorias del Plan Anual de Seguridad Operacional.
Por su parte, los inspectores de la ANAC permanecen bajo una relación laboral irregular a través de contratos fraudulentos y sin Convenios Colectivos de Trabajo, terminando de este modo en una situación de precarización inaceptable.
Mientras tanto, la ANAC sigue inmersa en manejos irregulares denunciados oportunamente como hemos visto en el otorgamiento de dispensas extraordinarias a Modena para operar con helicópteros y pilotos extranjeros en territorio nacional o con pilotos argentinos que no cumplen si siquiera los requisitos mínimos o con las habilitaciones para el tipo de aeronave.

Otorgamiento de rutas

Si bien el pasado 27/12/2016 se ha realizado una Audiencia Pública, la misma ha resultado ser un mero formalismo administrativo en el que cada actor expuso lo que debía y luego el gobierno hizo lo que quiso.
Asimismo, atacando cualquier principio de transparencia, la ANAC designó como Presidente de la Junta que la asesoraba en todo este proceso (JATA) a su propio Administrador, Juan Irigoin. En otras palabras, Irigoín eligió a Irigoín para asesorar a Irigoín. De este modo, quedaron sepultados todos los sistemas de balances y contrapesos para fiscalizar cualquier irregularidad.
El resultado es conocido por todos. El gobierno terminó priorizando a empresas vinculadas a funcionarios y autorizando la inmensa mayoría de la rutas solicitadas.
Esta situación nos ha llevado a realizar las presentaciones judiciales correspondientes al otorgamiento de una significativa cantidad de rutas a Avian Líneas Aéreas luego de haber adquirido “Macair Jet S.A.” y “Macair Transporte Aéreo S.A.”, ambas de titularidad de “Sideco Americana S.A.” y “Socma Americana S.A., del grupo empresario de la familia Macri.
Un caso parecido vemos con Flybondi cuyos directivos se jactan de su llegada directa a la Casa Rosada a través del Secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, con vínculos comerciales históricos a Richard Guy Gluzman.

A un año de haber convocado a los afiliados de todas las empresas y organismos del país para analizar la política aerocomercial actual y definir las medidas a adoptar, nos preparamos para una nueva Audiencia Pública con empresas que solicitan la totalidad (o casi la totalidad) de las rutas operadas actualmente.

Mas allá de lo resuelto por unanimidad por la asamblea del 12/09/2016 que facultó a la Comisión Directiva a adoptar todas las medidas de acción gremial que se estimen necesarias, hemos insistido en remarcar que nuestro plan de lucha incluía varias etapas: comunicación, concientización a través de reuniones informativas, participación en distintos seminarios sobre política aerocomercial, plantear los reclamos correspondientes ante las autoridades oficiales, exponer la problemática de la aviación en el país en los foros internacionales como la OACI, ITF, IFALPA y FESPLA, y agotar todos los recursos legales, políticos y sindicales a nuestra disposición para defender el trabajo argentino en nuestros cielos. Desde entonces, en cada ocasión posible nos hemos mostrado abiertos a brindar nuestro aporte cuando lo requirieran.

Sin embargo, vemos que ninguna de nuestras recomendaciones fue escuchada y que todo lo que advertimos está siendo realidad. Como si nada de esto fuera suficiente, ahora la ANAC redobla la apuesta y vuelve a convocar a una audiencia pública donde nuevamente Irigoín eligió a Irigoín para asesorar a Irigoín y montan una vez más un show mediático para justificar las decisiones equivocadas ya tomadas.

A lo largo de nuestra historia, la liberalización de los cielos en el país ha traído indefectiblemente la quiebra de todas las empresas, y las pocas que subsistieron fueron gracias a las decisiones del Estado, ya sea en empresas públicas o fomentando el desarrollo de líneas aéreas de capitales privados.

Por ello, con la unidad que nos ha caracterizado a los pilotos en cada lucha, continuaremos defendiendo nuestro país, nuestro trabajo, nuestra seguridad y la de los usuarios. La soberanía de nuestros cielos no es una elección que podamos demorar.

Que nadie lo dude, el colectivo de pilotos está donde tiene que estar, levantando los ideales correctos. Tal como lo hicieron nuestros antecesores, vamos a estar a la altura de las circunstancias. Por quienes ya hemos pagado muy cara la liberalización de la aviación nacional, y para que las futuras generaciones de argentinos no sean rehenes de las decisiones del presente, los llamo a seguir siendo partícipes activos de nuestros destinos.

Les envío un abrazo fraternal.

PABLO BIRO
Secretario General

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