¿A qué costo se puede volar sin dos pilotos a bordo? La pregunta dispara distintas controversias que ponen en el centro del debate la insistencia de algunos sectores en precarizar el trabajo

Aunque la operación con un solo piloto todavía parece una posibilidad lejana, los intentos de ciertos sectores de la industria de avanzar en esta dirección no deben ser tomados a la ligera.

Los argumentos que levantan quienes sustentan la iniciativa se centran en dos líneas: por un lado, la reducción de costos, por el otro, la supuesta falta de profesionales que reclaman las empresas. Sin embargo, el problema real que tapa estos ejes es cómo garantizar la seguridad aérea. El interés en sacar los aviones al mercado cuanto antes, haciéndolos más económicos y eficientes, mientras se apunta a tercerizar el trabajo, hace que se vaya perdiendo un poco el control sobre su desarrollo.

La primera incógnita que surge es si efectivamente los sistemas están preparados para evitar interferencias o hackeos en la comunicación entre el piloto y quien opera vía remota. Una duda que tiene asidero en el contexto actual, donde más allá de las fallas, está demostrada la vulnerabilidad que tienen las conexiones y que se da en el plano de lo online.

Pero la tendencia a reducir la tripulación a medida que avanza la tecnología no es un invento casual. También puede rastrearse en la década del ’50 cuando se quita la figura del navegador, y décadas más tarde cuando deja de estar el ingeniero de vuelo. Lo cierto es que, desde hace casi 40 años, si bien hoy todo está más automatizado, al sacar a estos profesionales, la carga de trabajo la tuvieron que asumir el comandante y el primer oficial.

La responsabilidad que recae entonces en los pilotos no sólo puede generar más riesgos para operar, sino que abre una nueva discusión ante la irrupción de los proyectos de Single Pilot Operation. No es lo mismo estar a bordo para tomar el control cuando ocurren los eventos en tiempo real, que estar en tierra. Más aún, en caso de que se produzca una falla, ¿quién es responsable de tomar la decisión? En ese sentido, el Secretario de Seguridad Aérea de APLA, Guillermo Masnata, afirma: “Con dos pilotos monitoreando y trabajando arriba del avión igual hay sucesos, y esa duplicidad los salva. ¿Estamos seguros que en el cien por ciento de los casos se van a poder detectar y actuar? ¿Qué pasa si ocurre un incidente al pasar por una ciudad de dos millones de habitantes? En automatización se puede seguir avanzando, pero no se puede reemplazar al piloto”.

El Single Pilot Operation se propone en un escenario donde algunas cuestiones básicas siguen sin estar resueltas, como la capacidad de hacer frente al crecimiento del transporte de pasajeros a nivel global, la infraestructura, los aeropuertos o la tecnología. Hoy, la aeronave que está saliendo de la fábrica está pensada para volar 15 años. Este avión, todavía no está diseñado y no empezó el proceso de certificación -que le llevaría en promedio 5 años más- para volar con un sólo piloto. O sea que, para esa época, todos los aviones que van a estar volando van a haber salido sin este desarrollo.

Estamos hablando de bastante agua que tiene que correr y los pilotos mucho que decir.

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