A partir del anuncio de la suspensión de las operaciones de LATAM Argentina, se ha intentado responsabilizar a los sindicatos aeronáuticos como principales culpables de esta decisión que tomó la empresa. A través de una fuerte campaña mediática se exacerba la lógica sensibilidad de los trabajadores que están perdiendo su fuente laboral y se amplifican los testimonios anti-sindicales.

Con una disparidad absoluta en los medios a nuestro alcance, creemos necesario dar este mensaje para aclarar cuestiones desdibujadas en la actualidad.

Es imprescindible remarcar que un sindicato es un instrumento de lucha y que solo es útil para los trabajadores que deciden luchar. Por ello, entendiendo la gravedad de la situación que viven los afiliados del Sector LATAM Argentina, todas nuestras acciones están dirigidas a buscar una solución que garantice la continuidad de las fuentes laborales.

Ahora bien, para entender la actualidad que enfrentamos, también es imprescindible conocer la historia de LAN en Argentina. El ingreso del grupo al país se da en 2005 con el compromiso de “absorber” a los trabajadores que en ese momento revestían en la empresa estatal LAFSA, que a su vez había sido creada buscando dar una respuesta a la angustiante situación de los cientos de despedidos de SW, Dinar y LAPA luego del fracaso del proceso desregulatorio de la década del noventa.

Al poco tiempo de haber empezado a operar, la empresa mediante “exámenes psicotécnicos” buscó descartar de manera discrecional a pilotos que no daban con un supuesto perfil empresarial. Golpeados por años de inestabilidad laboral, los pilotos del incipiente Sector LAN Argentina en APLA decidieron luchar. De este modo, juntos revertimos esta discriminación y logramos que la compañía cumpla con la legislación y las prácticas laborales vigentes en nuestro país.

Desde entonces construimos una relación madura entre APLA y la empresa LAN Argentina, en la que hubo lógicas tensiones pero donde las partes siempre terminaron priorizando la búsqueda de consensos. Durante años, la compañía pudo crecer en el mercado argentino con ganancias e índices elevados de productividad (siempre dentro del marco normativo) y los trabajadores pudieron mejorar sus condiciones laborales (que ninguno descartó).

Decididos a no repetir los errores que nos dividieron en el pasado, los afiliados del Sector LAN Argentina obtuvieron una fuerte autonomía y se incentivó la participación individual en las cuestiones colectivas para que todo que el quisiera pudiera formar parte de las paritarias con la empresa. Así los pilotos de LAN Argentina lograron el nivel salarial más alto del país y un Convenio Colectivo de Trabajo que incluyó gran parte de sus reivindicaciones.

Sorprende entonces cuando vemos a algunos colegas que se fueron de APLA tratarnos hoy de intolerantes o intransigentes. Es importante entonces recordar qué fue lo que los llevó a abandonar nuestro sindicato.
La desafiliación de APLA la tomaron a partir de la decisión de una Asamblea de todos los sectores en la que se trató la aplicación de una herramienta de flexibilización laboral que extorsivamente intentaban incorporar los directivos de LATAM Argentina con potenciales consecuencias en todo el colectivo de pilotos en Argentina.

No aceptando el resultado democrático de esta asamblea multitudinaria, comenzaron un proceso de desgaste a una Comisión Directiva que había sido avalada un mes antes con el 90% de los votos en una elección de la que participó casi el 80% del padrón electoral. Cabe preguntar entonces, ¿quiénes son entonces los intolerantes o los antidemocráticos?

Finalmente, quienes se fueron mutaron a un sindicato armado por la propia empresa y con la habilitación express dada por funcionarios del anterior gobierno nacional, reconvertidos hoy en asesores de LATAM.

Argumentar que desde nuestro sindicato promovemos la pérdida de una fuente laboral es una falta a la verdad. Es algo propio de aquellos que permanecieron toda la vida escondiendo sus verdaderos sentimientos antisindicales mientras usufructuaban los beneficios que conseguían en APLA.

Son los mismos que miraban para otro lado mientras denunciábamos que el Holding no cumplía con los tratados bilaterales en claro detrimento de la filial argentina, que no elevaron la voz cuando sus compañeros marcaban que la reducción de flota era parte de un proceso de achicamiento que iba a terminar afectándolos, y que no quisieron ver que la liberación de la banda tarifaria inferior hacía perder más de 260 millones a LAN Argentina en 2018 y 2019, todas decisiones avaladas por el gobierno anterior en un claro interés por favorecer al Holding (y no a la filial Argentina).

Vamos a seguir defendiendo los puestos laborales de todos los trabajadores mientras algunos pocos seguirán queriendo salvarse solos promoviendo el ajuste y las modificaciones normativas.

La unidad fue siempre la mejor manera de enfrentar las dificultades que se nos presentaron, y esta no será la excepción. Nuestra solidaridad para quienes están atravesando estos momentos delicados con dignidad, templanza y compromiso colectivo.

Por ello, entre todos ratificamos nuestro compromiso irrenunciable con la defensa de los fuentes laborales de los afiliados del Sector LATAM Argentina.

COMISIÓN DIRECTIVA

COMPARTIR